lunes, 22 de diciembre de 2008

Oceanográfico de Valencia



Ayer fuimos de visita cultural por Valencia, llevé a mis hijos a ver el Oceanográfico, comer en el Restaurante Submarino y por último una película en el Hemisferio. Es una suerte contar cerca de Murcia, con un parque de las Ciencias de la talla del de Valencia. Impresionante, desde la entrada hasta la salida. No se puede ir al Oceanográfico, y dejar pasar la oportunidad de comer en uno de los restaurantes regentados por Jesús Barrachina. Situado en la parte central del Parque Oceanográfico de Valencia, es el edificio más emblemático debido a la peculiaridad de su cubierta diseñada por Félix Candela.
En la planta inferior se ubica el Restaurante Submarino, que dispone de un gran acuario perfectamente integrado en todo su perímetro donde se puede disfrutar del contraste entre el azul intenso del agua y el color plateado de los peces, unido a la armonía y sincronización de sus movimientos que, circulando alrededor de todo el edificio, proporcionan la escenografía más adecuada para el restaurante más original de L´Oceanogràfic.
Aquí se puede disfrutar de una muy particular experiencia, la de comer bajo el agua.
El Restaurante Submarino permanece abierto durante todo el año, en servicio de comidas y cenas. Pese a formar parte del complejo que conforma el Parque Oceanográfico, el restaurante funciona de forma independiente a través de reserva previa, con una capacidad de 120 comensales. Desde el punto de vista culinario como decorativo han optado por la fusión. Ignacio Barrachina, Director, y José Vicente Balastegui, Jefe de cocina, proponen, a un precio medio de 45 euros, especialidades como Rape Empanado de Romescu y Salsa de Ajo ó Paletilla de Cordero Lechal, Puré de Calabaza, Mollejas Escabechadas y Aire de Tomillo. En la Carta, ofrecen además unas exquisitas propuestas de Arroz, el mínimo es pra dos comensales, y el tiempo de espera unos cuarenta minutos aproximadamente. La Repostería, de miedo, a los niños les encantó, y a la madre, ni os cuento. El Rape Empanado, de lujo, y la Paletilla sorprendente, con ese Aire de Tomillo, que era como una espuma.
Todo esto en un entorno de gran belleza presidido por la espectacular lámpara central que emula ser un banco de medusas. La lámpara era divina, es de las más bonitas que he visto en mi vida. El precio fenomenal en relación a calidad, servicio y entorno, inmejorable. No se puede acceder al Restaurante si no es con reserva previa, se pude hacer llamando al teléfono: 96 197 55 65.

Para más información: http://www.grupo-jbl.com/

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