viernes, 27 de noviembre de 2009

Algo de frío

Lo siento en la garganta, cuando no llevo el cuello bien abrigado, o descuido un poco los pies, se me toma la garganta y tengo el frío en el cuerpo. Los centros comerciales han inundado sus pasillos de adornos de Navidad..... Corriendo voy de un lado para otro, entre toma y toma. He cargado de leche la cesta de la compra, enriquecida con calcio, entera, de todo, aquí tengo a mi hija Alba, que me dice que diga que se parece a la actriz de Crepúsculo, pues sí, lo cierto y verdad es que se parece, y es que mis tres hijos me han salido, muy pero que muy guapos, cosas de madre. En fin, desconecto, espero tener tiempo para volver a hablar de literatura, niños y colegio. Por cierto, os recomiendo una peli, la última de Tim Burton, con Alicia en el país de las maravillas,

sábado, 21 de noviembre de 2009

Tarde de luces...

No hay libros estos días, ni de lectura ni de estudio, simplemente observo, cuido, recargo energías, atiendo, los deberes de Alba, los exámenes de Fran, los ojitos de Lucía, el trasiego de Jose, las visitas intermitentes, el timbre que suena, el móvil con una felicitación, y yo durmiéndome por fracciones en el sofá, con una película de fondo, con la pequeña en los brazos, con Alba al lado. Esta tarde fuimos a comprar las lámparas que faltaban, primero fué una graduable, para las noches en las que la luz se queda atenuada, para no sobresaltar a la peque, luego, la del comedor, con su lamparita para la lectura en el sofá, hoy han sido las de los dormitorios, las del techo, una a juego con las paredes y la otra acorde con las cortinas. La calle estaba prácicamente desierta, y el dueño de la tienda vió los cielos abiertos, al ver, por tercera vez, un sábado a sus clientes, tal vez los únicos en toda la tarde, tal vez, en todo el día.

martes, 17 de noviembre de 2009

Incorporándonos a nuevos horarios

Come, ríe, sueña, duerme, se despierta, se muerde el puño derecho, luego el izquierdo, me levanto una vez y otra cada dos horas, a veces cada menos, porque tras las tomas hay que cambiarla. Come, ríe, sueña, los niños al abrigo del pecho de la madre, come, ríe, sueña....

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Lucía nació el 5 de Noviembre




LLegaste por la mañana, eran las nueve y veinticinco, cuando te vi cubierta de una capa blanca, acurrucada, sentada en mi vientre, llegaste con los primeros fríos otoñales, y tu llanto se fundió con el mío, al unísono, como un vals de flores. Dar las gracias a todo el equipo que estuvo atendiéndome, a la doctora Almansa, a la matrona que me atendió cuando llegué a la clínica, al matrón que estuvo luego, a las auxiliares, relaciones públicas del hospital San Carlos, a los doctores que me han atendido durante el embarazo, Eric Saucedo y Juan Luis Delgado, a todos los que han hecho posible que haya tenido las fuerzas para llegar al final. Gracias y mil gracias a su padre, Jose Juán, porque has estado pendiente de nosotras las 24 horas, antes, durante y después, a mis hijos, a mis padres siempre ahí para todo, y a mis tías Santi y Charín. A Santo especialmente por estar a los pies d emi cama, por estar en la epidural, en las falsas alarmas, en los múltiples viajes al hospital. Gracias a mis suegros, a Candelaria y Ginés, por vuestro cariño siempre desinteresado, a mis cuñadas y cuñados por todo el empeño en que estuviese todo a punto. A mis amigas, sobre todo a Rosa, que hemos compartido embarazo a la par, y de nuevo, gracias a Jose por ser como eres, eres un campeón, y no porque te lo ganasras a pulso navegando y consiguiendo trofeos en medio del mar, en medio del trabajo en medio de todo frente a la adversidad, gracias porque me has demostrado que las cosas se demuestran con hechos, y tú si que haces que todo sea posible. me despido hecha un mar de lágrimas y emoción, he de volver a mis tareas, me reclama uno de mis mejores poemas, mi hija Lucía, y como no, mis otros hijos, Alba y Fran. Y un beso muy fuerte a mi hermano, que me llenó de flores, antes de que llegara Lucía.

martes, 3 de noviembre de 2009

Elena tiene hambre

Dice mi tía que llora, llora desconsoladamente, sólo la calma estar cerca de su madre, en sus brazos, junto a su pecho, a pesar de que no toma la leche que quisiera. Allí le dicen las enfermeras que los primeros días son así, que es hasta que le de la subida de leche, pero la niña llora, tiene hambre. Quiere su ración de leche, que no le llega. Su madre, la mira desconcertada, qué hay que hacer, qué es lo correcto. Pero de momento, a la espera. Su abuela tiene la cara cambiada, se le ha quedado una especie de sonrisa tatuada, esa que se les queda a las abuelas cuando ya han visto nacer a sus nietas, le brillan los ojos. Yo, aún no he ido al hospital a verla, lo cierto es que entre una cosa y otra voy con las fuerzas por los suelos, midiendo las ganas que empleo en cada cosa que hago, dosificando la energía para dentro de un día, una hora, unas horas o unos días. Por las tardes llevo otra batalla, la de los deberes, estar pendiente de las tareas de los hijos, no te puedes despistar, si luego quieres que lo lleven todo bien. Los niños suelen despistarse con una facilidad pasmosa, y necesitan de rutinas, normas y horarios, cuando se les introduce en esta dinámica, los logrso académicos, terminan por florecer, y el esfuerzo merece la pena. Dirán a veces, pero qué pesada eres mamá, pero lo agradecerán, porque les estoy ayudando a crecer, a que sean responsables, autónomos y organizados, y a que valoren el esfuerzo como parte del trabajo diario. Cuando se despiertan, con la ayuda de un radio despertador, o con la voz propia llamándoles, empieza la dinámica, la cama es algo que he logrado, que no se vayan al colegio sin haberla hecho, no llega al minuto y medio el hacer una cama y dejarla estirada con la ventana abierta para que se airee el dormitorio. Tras el aseo matinal, lavarse la cara, vestirse y peinarse toca el desayuno, no consiento que se marchen sin haber desayunado, mientras ellos lo hacen les preparo el almuerzo, los dos con sus bolsas, sus zumos, sus bocadillos, su fruta o lo que se tercie, y a la mochila. Y así empieza el día....

domingo, 1 de noviembre de 2009

Calendario lunar Noviembre 2009

Lo dice mucha gente, las fases de la luna influyen en los partos. Esta noche, Inma, la mujer de mi primo Alejandro se puso molesta a eso de las tres de la madrugada, y esta mañana, a ver que mire el reloj, creo que ya habrá nacido Elena, si no se ha retrasado la cosa. Lo curioso me dicen, que alli en La Arrixaca había muchas parturientas, imagino que al ser como somos agua en nuestra mayoría, y al llevar niños en agua, siguen los ciclos de las mareas. Curioso y bonito, a la par que desconocido.