domingo, 26 de julio de 2009

" El fuego de la vida "


Mientras España tiene parte de sus bosques y zonas de pinada con menor suerte bajo las manos incansables de los bomberos, hoy se sopla el fuego distinto, el de la vela por un aniversario. Javier cunple un año, sus padres, su hermano, sus abuelos, sus tíos y tías, primos y amigos, hemos estado con él en el consabido ritual de festejo que acompaña el cumplir años. Antes de llegar al lugar en cuestión, pasamos por Los Alcázares, con un recibimiento de aceras nuevas, extraás para el que añtaño paseaba por aquellas aceras estrechas y minúsculas. Ya no será un incordio el caminar por ciertas calles, ya que entre las casas y los coches se pdrán disponer hamacas y personal tranquilamente. Antaño era undesafío a la hora de la siesta, y tenías que caminar por la carretera no fuera que el dueño de la casa te sacase el perro a la puerta por decirle:- oiga usted, ¿no sabe que aquí no se puede dejar la hamaca que es sitio de paso?.

sábado, 25 de julio de 2009



En medio de los elementos, de la adversidad del suelo,se forjaron generaciones fuertes y duras como la mina a la que bajaban.

viernes, 24 de julio de 2009

" A todos los que pasaron por Academia de Verano "

"La tienda de Pedro "


Un reloj que no aparecía, salío al encuentro el otro día, -¿dónde andabas le dije?, aquí andando, sin pila que me haga funcionar, lo rescaté del armario en el que se hallaba, y por tres euros le han puesto una pila nueva. Desconozco el precio al que está cambiarle la pila a un reloj, pero lo que haga falta por este reloj que no recuerdo bien de dónde viene, creo que de un aeropuerto, el de Madrid. Con el calor azotando la mañana, a eso de las once y media, me digo, pues a por la colcha que hay que cambiar la que hay. Veo la iglesia del Carmen, con féretro incluido en la puerta, y le digo a mi hijo que eso ya no es vida, las flores ahí poco hacen ya al muerto, si caso a la floristería, me dice Fran- ,mamá qué poco respetusosa eres con las costumbres, y más tratándose de muertos. Le digo que yo no quiero flores en ese caso, que las prefiero en vida, a ser posible en maceta, en jardín, en calles y balcones, pero en coche fúnebre no. Seguimos el camino hasta llegar a la tienda en cuestión, con su escaparate a rebosar de bragas en oferta, de cajas de sujetadores con hermosas damas sonrientes, de toallas de vivos colores, de batas de estar por casa, de todo eso que por cuatro perras terminas por echarlo a la capaza de la compra. Buenas- quería una colcha para una cama de 1,50, - tenemos de todo nena, a ver, abre la otra tienda y enséñale a esta mujer lo que te pida. Cruzamos la calle, y nos abre otro local, imagino que con la de años que lleva el hombre al pie del cañón, media calle debe de ser suya, eso que tienen los negocios que van bien. La tienda está hasta el techo de género, y me enseña unas cuantas a las que no hago mucho caso, y le digo, y esa?, ésta es la mejor que tenemos, y también la más cara. Pero aunque valga 38, te la dejo en 28, pues me la llevo. En El Corte Inglés son mucho más bonitas y mucho más caras, pero ya que el bolsillo es el bolsillo, el barrio es el barrio. Tras enseñarme amablemente más cosas, le digo al dueño, vaya que sí, usted sí que está al ´día de todas las intimidades de medio barrio. Ha llenado de bragas y sostenes a varias generaciones, y de calzoncillos a otras tantas, cuarenta años me dice. A lo que le contesto, que por algo será, por algo será. El hombre, ignoraba en ese momento, que más tarde estaría por la red de estos artículos ....

" Tenías que ponerte a trabajar parar pagar todo esto...."

LLega a casa y deja sus cosas en la entrada, abre el frigorífico y coge una cerveza, la cintura de ella se queda esperando, esas cosas no entran en el protocolo de estar por casa. Ella sueña con un beso que la parta el alma, que la quiebre hasta la madrugada, pero eso no entra en los perfiles de trabajo, no entra en nada computable, si no es cuando cae la noche y de madrugada le viene el instinto por saciar unos minutos la sed masculina. Cocinar, planchar, organizar y reorganizar, calentarse la cabeza con mil cosas, pero ella no trabaja le dice, no sabes lo duro que es levantarse cada día y estar doce horas fuera. Ella le pide bien poco, que la coja de la mano, que la mire directamente a los ojos y le diga, pero qué guapa que estás esta tarde, pero su boca sólo habla de lo mal que va todo, de las facturas pendientes, del electricista que vendrá, del persianista que pondrá, de pintar esto y lo otro, de embalar en cajas los libros que se ven por doquier, mientras ella espera el beso que la despierte de esa ceguera absurda en la que se ve inmersa cada mañana. Con suerte, a veces, ella pide un beso antes de irse a trabajar, y él vuelve a regañadientes desde la puerta a darle uno que le roza la boca con escasa gracia, con los labios cerrados y extraños, imperceptibles a su boca de fresa que espera siempre y no desespera. Me voy le dice cada mañana, y se gira mientras, en la soledad de su cocina, a recoger unas pinzas en el suelo, mientras se mira de reojo en el espejo, y se dice a sí misma, esta boca que no besa, y estas manos que no tienen a qué agarrarse, hasta que entra en la ducha, y se dice, sólo el agua resbala por mi cara.

jueves, 23 de julio de 2009

" Viaje "


LLeva un año esperano ver a los suyos, un año añorando los abrazos y besos que no se dan a lo largo de todo un año, un año ansiando el calor de su tierra, el sabor de su casa, el retorno al mundo del que se parte por la precariedad y las situaciones que nos pone la vida en medio del camino. Me habla de sus nietas, de lo mayor que es ya su madre, que es viejísima, de la precaria huerta siempre con dinero que falta, de los cumpleaños, de las llamadas por parte de su hija para pedirles dinero, giros que llegan como agua de mayo al destino, y que hacen que el trabajo de semanas y meses se esfume en mantener una familia entera en la otra parte del mundo que no trabaja, porque no hay trabajo. Miroslava cuidaba a mis abuelos, con un esmero inusual en los tiemos que corren, y velaba las noches de sueño de una abuela con alzheimer muy desarrollado y un abuelo con procesos respiratorios un tanto complicados. LLegó a nuestra familia como eso, una más. acogiéndo con afecto y agrado aquel trabajo que hacía en casa, una ayuda que recompensábamos con el trato familiar y de corazón, y su sueldo correspondiente. Su marido vino, y fué otro más de la familia, con ellos se contaba y con ellos se participaba, todos juntos, como un puzzle encajado por las circunstancias. Mi abuela partió con su decadente y triste enfermedad degenerativa, y al poco tiempo, mi abuelo se dejó morir, como el que se baja d eun tren en marcha por falta de conversación, por falta de destino, una tristeza que sumerge a los que terminan en la viudez de corazón, enferman de amor caduco y canoso, pero al fin de cuentas, amor. Y ella partió a una casa que le buscamos, con otra familia con similares características, y su marido a la fábrica de un familiar. Quiso el tiempo que volviera, de tarde en tarde de nuevo a mi casa, mis hijos ya son grandes, Fran es luego a luego más alto que ella, y Alba ya no es la niña peuqueña que dejó cuando marchó, ahora plancha en casa, mientras le ofrezco picotas y té fresco, y me cuenta lo largo que se le hace el día uno de agosto cuando parta de vacaciones a su tierra....

" Un autobús muy de estar por casa "


Le dice el conductor del Rayo 15 o 13?, no sé bien, mira, el otro día compré aquí unos caracoles, sí, al de los higos no, al otro, y cuando los fuí a sacar estaban llenos de gusanos, y resulta que como los lavó el hombre para venderlos, ya se quedaron mal. Se llama Pepe, y habla con una señora de la Albatalía, que cuenta que ella cuando su marido estaba, se subía a la terraza en bata, y que luego todo se lo quitaba, desnuica que íba por allá, y me bañaba. Ahora sí que estás bien, le dice el conductor, que desde que te separaste estás mejor que nunca. Me mira y me dice- sí hija, yo pesaba alrededor de 100 kilos, y luego me quedé en 54, las pastillas nena, las pastillas-. Las depresiones que son muy malas las pastillas-, y le digo yo, claro que lo son, lo mejor un paseo por el campo y despejarse la cabeza. Pero ella seguía con su tema, el vecino que sale con la escopeta cargada cuando los críos se asoman a la valla que tiene, que qué cabeza, pues sí. Hasta que me despido de ellos y ya bajo del autobús amarillo, que termina por ser de lo más familiar. Cruzo el jardín, ahora con um poco de más agua que la semana pasada, y el calor sigue siendo pegajoso pese a ser de las primaras horas de la mañana. Venía a por unos resultados, la chica que me atiende va que no le falta detalle, collar, anillos varios, pendientes varios, gafas de colores la montura, sujeta gafas, coletero, y nada, no lo encontramos por ningún sitio. Le pido que llame al laboratorio para confirmarme cuándo estarán, y eso, que me pase mañana por la mañana, con lo que no termino de entender por qué me dijeron pasara hoy....

miércoles, 22 de julio de 2009

Enhorabuena

Felicidades a todos los compañeros de la Universidad de Murcia, Facultad de Educación Magisterio Lenguas Extranjeras, que este año han coseguido su plaza y serán Maestros de la Región de Murcia con su plaza fija, espero que el trabajo no decaiga con haber aprobado, y que cada día que amanezaca en vuestras clases, derrochéis energía e ilusión por vuestros alumnos. Un abrazo a todos, y Felicidades.

viernes, 17 de julio de 2009

"Matilda", de Roald Dahl o la peli de Danny de Vito



Matilda es una película basada en el libro de Roald Dahl, cuenta la historia de una niña con unas peculiaridades tanto familiares como personales. La lectura es uno de las apetecibles aficciones de esta niña. que se ve alejada temporalmente de la escuela por unos padres absurdos y surrealistas cuyo único placer a lo largo del día es sentarse frente al televisor y engullir comida basura y telebazofia. La niña es rara a ojos de sus padres por querer acercarse al mundo de la lectura, y es a escondidas como accede a la Biblioteca del pueblo, para ir adentrándose en realidades mucho más especiales y beneficiosas que las propias familiares. Recomiendo esta película a los niños y a los padresd en general, ya que permite ver mediante los ojos irónicos del autor y luego del director, una serie de valores necesarios para el desarrollo de un niño. Los valores toman su mayor claridad al verse nítidamente relegados ya no a un segundo plano, sino a un tercero o cuarto plano, con lo que la negación de actos de afecto y amor hacia un hijo se ven más que necesarios en esta situación de negación por parte de los padres. Curioso cuando nace Matilda, y el despropósito de sus padres ante su llegada, hasta que la historia culmina con ..... A verla, mayores y pequeños, o bien a leer el libro.

" Ruido por las calles"


Otros años, por estas fechas, andaba por el aeropuerto, generalmente con dirección a Portugal, concretamente Lisboa. Este año, por estas fechas el viaje es la ciudad de Murcia, con el calor impropio del mes de Julio, y más propio del mes de Agosto, pero no importa, los temas pendientes son eso, lo que urge. Salí temprano de casa, hoy tocaba analítica, así que renové el bonobús caducado y puse rumbo a mis quehaceres mañaneros. La Gran Vía de Murcia es un coñazo estos días, está en obras, con su ruido, con sus aceras levantadas, y con su tráfico de siempre. Observo los coches, sólo me ha llamado la atención un Bentley deportivo de color oscuro que pasaba por allí, y como siempre el buen gusto se logra con los años, lo digo por el conductor, o por el nivel económico más bien. Detrás del Bentley otros tantos, pero no era lo mismo, esperaba el número 15, es un autobús amarillo, pequeño, un utilitario lo llamo yo, otras veces lo llamo la caja mixtos, me recuerda a las cajas de cerillas, no sé muy bien por qué. LLego, y veo cómo unos gorrillas increpan a un hombre que no les da la moneda de turno por haber aparcado el coche en la zona azul, el tío se lo explica claramente- mira macho, llevo una mañana de cuernos de trabajo, así que mira, no me los toques, al final, los gorrillas, le dicen que no se preocupe que no pasa nada. Buenas, tengo que hacerme esta prueba, pues espere que en breve le llaman. Dos mujeres esperan también, pero mira por donde entro yo primero, así que luego escucho por la puerta cómo se quejan de que yo habiendo llegado más tarde haya entrado primero. Y lo peor, la orina, dónde está, pues cañería abajo, no sabía que debía de traerla, espero allí un tiempo hasta que me vuelven a sacar sangre y me marcho, ya pasaré el lunes a lo otro. Siguen las obras por otra parte de la ciudad, pienso en el calor que deben de pasar los obreros, deberían de tener un algo que les evitara ese calor, y cruzo un jardín con todo tipo de gentes. Un abuelo pasea al nieto, se les ven felices, en otro banco más alejado, un hombre duerme a pierna suelta, tirado y alejado del mundo y preocupaciones, mientras suena una megafonía, sí algo del Registro, número tal, pase por mesa tal. Me alejo, entro a la Oca, curiosas cosas, curiosos precios, curioso nada, igual que entro salgo, escasa atención por parte de los dependientes o dueños, tan sólo una sonrisa de la limpiadora que andaba con la aspiradora sacando polvo de esos escaparates ficticios de vida, inertes, inmaculados, extraños, como todos los decorados de casa, con libros que nadie lee, con todo en su sitio y a su vez nada en su lugar. Decido hacer la compra que ayer no pude, es un reloj para mi hija, que sea azul, le gusta ese color, y se puede mojar, lo compro en Swatch, tras haber deambulado por el Corte Inglés un rato, llegando a la conclusión de la de cosas absurdas e innecesarias de las que nos rodeamos, me río de las ofertas, de lo tontos que somos a fin de cuentas, compramos ahora cosas a mitad de precio, que anteriormente nos vendían por el doble, es el mercado, pero por qué no siempre está todo al precio que debería de estar, una eterna rebaja. El bonobús hace efecto, segundo viaje en la mañana y vuelta a casa. En el buzón hay un sobre, cobros y cosas, y a preparar lo que falta para el campamento de la moza, le digo, este reloj es para que te acuerdes cuando lo veas de todos los que te queremos, no te lo quites, porque es sumergible, lo puedes mojar.,,,

jueves, 16 de julio de 2009

"Día del Carmen"


La mañana se despertaba con un voy a desayunar fuera de casa, dónde vamos, pues a la Confitería El Cisne, en el camino veo al personal de la Universidad, los altos cargos que siempre están en inauguraciones de cursos, exposiciones, charlas y derivados, con los mismos atuendos peron con diferentes ocupaciones según el día. Se saludan por la calle los unos a los otros, unos ya han desayunado, otros van a ello. Busco en las vitrinas una torta de Navidad, luego caigo en la cuenta que no es el tiempo, las tortas de Pascua como que no se comen ahora, pero me apetecía, reviso de nuevo las vitrinas, pues será un café con leche descafeinado de máquina y..., anda, pues que sea también una puntica de esas que ponen con tortilla de patatas. Abro la prensa, y me veo a la misma gente de la calle en una foto del periódico La Verdad, extraña combinación la mía con el café con leche y el bocadillo de tortilla. Salimos del sitio, vuelta al Barrio, recuerdo que he de comprar una cinta para el traje de india, así que a la Mercería. El representante espera en una esquina, los bañadores de oferta, los botones de colores, los hilos, todo como siempre, las mercerías no suelen cambiar con el tiempo, no se convierten en espacios de diseño, siguen con el mismo aire, y con las conversaciones de mostrador que ni os cuento. A mi derecha una mujer que busca los colores del Barsa para hacer un escudo en punto de cruz, a mi espalda una señora que busca una hevilla porque los zapatos nuevos se le han roto, y en el mostrador la dependienta hablando de la suerte que ha tenido con los exámenes. Pues sí, quería el rojo, el amarillo y el color azul oscuro, a ver, empiezo a sacar cuentas mentalmente, y vaya que si me va a salir caro el traje de india, pero esto es lo que tiene ser madre, hacemos lo que haga falta. Ahora anda pegando saltos a mi lado, me enseña la gorra, con su nombre bordado en amarillo. Después de la estancia en la mercería, que sale una mujer o más bien entra diciendo que sus sudores no son de la menopausia, sino de lo gorda que estaba. Paso por el centro de Salud, me han de sellar un volante urgente para una prueba, no tengo hora les indico a los que están esperando, necesito una cosa firmada del doctor, y otra vez, no, no tengo hora. El señor mayor que se supone ha de entrar se encasqueta en la puerta, no quiere que me cuele, así que ni caso, me siento de nuevo, finalmente sale la enfermera, es éste el teléfono, sí, pues en breve llamarán para decirle el día y la hora. Todo arreglado, paso por la frutería, las cerezas están mucho más caras que las de la Plaza, allí las compré la semana pasada a tres euros el kilo, aquí a cuatro con veinte, pues que sea medio kilo, me llevo uva fresca y un par de melocotones. A la vuelta me llama Rosa, hoy come en casa.....

miércoles, 15 de julio de 2009

"Una mañana muy murciana"


A las doce del medio día ya está hecho todo el recorrido habido y por haber, el calor me baja la tensión y hace que parezca arrastro tras de mí una legiónn entera. Desayuno en la Plaza de las Flores, Antonio Ríos el florista dice que ya desayunó, que no toma nada, sigue con sus flores en el mostrador, mientras su hermano carga la camioneta. Nos sentamos, nos sirven, tres cafés descafeinados, dos de sobre y uno de máquina, y tres medias de tomate. Saludo a Pedro Cruz, el Pericocos, nos cuenta que nada, que en Agosto cierra porque no hay quien aguante la joyería todo el santo día abierta y sin nadie que se pare si quiera en el escaparate. Su sobrino, es Pedro Alberto Cruz, el de cultura, y siempre anda enfadado con él, que por qué no mete a su hijo en esto, qu epor qué no le hace lo otro, total, la conclusión a la que llega es que la familia cuanto más lejos mejor. Nos cuenta de su periplo de vacaciones con otro amigo en su misma situación, es decir, divorciado. Se van para Montecarlo, luego paran por Venecia, y creo que van después a Praga y no se dónde más, que ya ha decidido qué ropa llevarse y que nadie le va quitar el gustazo de entrar al Casino. Seguimos la tanda, llega el dueño del bar las Mulas, otro emblemático bar de la zona, famoso por los bocadillicos pequeños de todos los sabores y olores. Nos dice que el puente que lleva en la boca se le ha roto, y el dentista no está, que se ha de volver a la playa con el desarreglo hasta el viernes si acaso, que se vino en autobús por no molestar a su hija. Y me dice que las mejores rosquillas las venden por una calle detrás de San Antolín, que son las mismas que él pone en el bar, y las mismas que ponen en la "Tapa". Pues seguimos la marcha, llegamos a Julián López, en la Gran Vía, venimos a ver la tela de Popelín, sí, es para un traje de india que he de hacerle a mi hija, a cuánto está el metro. Me dice el zagal con tijera en el bolsillo del pantalón que el metro sale a nueve con quince, pues venga a ver, con 75 cm. nos vale, nos corta la tela, nos vamos para la sección de cojines y colchas, de 40 no bajan las que me gustan, y de 6o las de la medida que quiero, así que me digo que con una sábana bien puesta, una cama se queda bien hecha. Salimos, pagamos y seguimos por la Gran Vía hasta llegar a "Benetton", al 50% todo, hay cosas de invierno que antes solía comprar en rebajas, pero ya no compro nada, es absurdo comprar cosas que luego suelen quedar apalancadas en el armario. Unos pirata, y eso que no ando por la playa, pero algo es algo, el calor hace que no podamos llevar ropa demasiado larga. Y ..... hasta ahora, que me he sentado y he escrito cuatro cosas, eso sí, antes de venir le he dicho a mi madre, anda, pasa que te invito a una ensaladilla y una coca cola en el bar "Los Zagales".

miércoles, 8 de julio de 2009

" 24 euros en diez minutos "


Suena el timbre, - el servicio técnico del lavavajillas-, le abro, sube y le recibo, qué le ocurre, pues que no funciona, básicamente no sale luego el agua, así que usted me dirá. Tras cinco minutos el lavavajillas revive, de esa muerte electrónica en la que ha estado un par de semanas, un coma electrodoméstico. Estos días he estado volviendo a lavar con las manos envueltas en jabón, con los platos apilados en la cocina a un lado, y recogiendo la cocina nada más terminar el uso. La cosa me dice, es que han hecho demasiado listos a estos aparatos, cuando no reciben el agua que debieran, bien por un corte de suministro, bien por poca fuerza a veces en la toma de agua, si no ha tomado el agua en el tiempo que le indicaron, se para y se olvida de hacer su trabajo. El lavavajillas se reinicia pulsando el botón de encendido y apretando unos cinco segundos el de Start, con lo que se reprograma y vuelve a expulsar el agua que se quedaba sin vaciar y empieza de nuevo. No te cobran reparación en sí, sino el viaje por ir a echarle un ojo al electrodoméstico en cuestión, 24 euros son señora, 24 euros que aquí tiene, que tenga un buen día.

lunes, 6 de julio de 2009

" 40º a la sombra"


Las calles de Murcia andan calientes, las calles y sus plazas, las fuentes parecen brotar un agua quebrada frente a la tarde. Las palomas se esconden en la sombra y en el fresco de los monumentos, en la piedra ajada por los años, fresca y húmeda en la sombra. Ni si quiera el placer de una cerveza con sus olivas en la Plaza de las Flores se me torna apetecible, nos asfixia el calor, este tiempo en Murcia es para andar bajo la sombra de una pinada, o a la orilla de la sal de la playa. Nos salva, a aquellos que locos y presas de las obligaciones, aguardamos en la ciudad, el encendido de un aparato de aire acondicionado, nos salva el helado de la nevera, el refresco, la botella de agua fresca, la persiana bajada.

miércoles, 1 de julio de 2009

" Reposo "


Necesita reposo le dijo el médico, y esperar, tómese las cosas con calma. Después de las indicaciones prescritas por su médico, decidió tomarse las cosas con tranquilidad, hay otras que prevalecen, que necesitan prioridad antes que otras. Ni esfuerzos, ni ir de un lado para otro, estar en casa es lo recomendable en estos casos. Ella que ansiaba con fuerzas, terminar el proyecto que empezó en Septiembre ,fué colocando los libros con parsimonia, con una ceremonial espera. Después de este largo camino, no os dejaré antes de que llegue el momento, y así ella decidió que este verano alejado de las aguas movidas como en años anteriores, se convertiría en un verano apacible pese a todas las noticias que llegaban. Esperar a que llegue el momento se decía, y es entonces cuando descubrió la quietud del tiempo detenido, la esencia del viento, de la brisa al caer la tarde, y de lo impredecible que es la vida a pesar de sus bondades.