jueves, 21 de julio de 2011

Norman Rockwell entre las manos ...



De esas mañanas en las que paseas, inicias tu camino, hoy tocaba fisioterapeuta, las lumbares son mi punto flaco estos días, y cuando sales del masaje caminas ves escaparates, entras buscando algo sin saber qué, y lo encuentras debajo de restos de telas. Ahí estaba, un precioso rollo de tela con obras de Norman Rockwell, un excelente ilustrador, pintor y fotógrafo de Nueva York. Con sus trabajos para el Saturday Evening Post, así como para anunciantes de la época, que muchos siguen vendiendo sus productos hoy día, se puede acceder a la historia americana a través de sus costumbres. Refleja la esencia de la vida americana de la época, dando en el clavo con cada pincelada. Maestro donde los haya, es un referente básico en el saber artístico, por ello al verlo entre telas, ha sido como el que entra a una floristería y se acerca a la flor más preciada. Con hoy, las rebajas del mes de Julio han llenado mis expectativas, no ansío ni unos zapatos ni un bolso, ni si quiera un traje de cualquiera de las tiendas cercanas, este retal de tres metros por uno y medio me ha hecho llenarme de alegría. Una falda, un cojín, quién sabe, hasta una sábana que mirar y remirar en el sofá de casa, un bolso, creo que mirar la obra de Norman Rockwell nos hace preguntarnos quiénes somos y qué hacemos con nuestra vida. Un mirar hacia el cauce verdadero de las personas. Por cierto, en este encuentro también saludar a Charo, que al igual que yo, de la mano del arte, quedamos prendadas de aquellas cosas que no todo el mundo sabe ver, la belleza de las pequeños detalles.

jueves, 14 de julio de 2011

LUCÍA y la Luna ....

Columpiarse, columpiarse una y otra vez es lo que más le gusta a Lucía, Subirse al tobogán con silueta de león y tirarse una y otra vez. Antes de volvernos a casa, de nuevo se columpiaba, y sus cabellos rizados, como caracoles rojos iban y venían en su risa. La luna nos miraba, alláen lo alto, blanca y redonda, henchida de gracia y luz, mientras ella se columpia. No importa el tiempo, se detiene en el trayecto de vuelta a casa, y la cuesta empinada se llena de paradas en la acera, en un siéntate que gesticula con sus manos pequeñas. Hoy ha hecho de todo menos pararse, reirse, comer, mal comer, tirar agua, jugar con los muñecos de plástico, con las pinzas, con los bolis, saltar sobre la cama, andar descalza, abrir el grifo, Lucía, siempre Lucía.

viernes, 8 de julio de 2011

en directo....

En la terraza, con un silencio que sólo es interrumpido con los coches que suben carretera ariba, y un eco, de coches lejanos, perdidos por la autovía. Alguien sacude no se qué, ya sé, creo que deben de estar tendiendo ropa o algo parecido. Me gusta esta hora, si tuviera que trasladar esta sensación, a ver, como cuando se mueve el agua em una piscina y luego vuelve a la quietud, así, así es el momento en el que estoy escribiendo. Se escuchan ranas, grillos, motos a lo lejos, de vuelta a sus casas, una puerta que se cierra, un coche que vuelve a pasar, una moto más lejos, muchachos hablando, ruido de patines, coche a lo lejos, más lejos se va,