jueves, 4 de diciembre de 2008

Cansancio


Es tarde, la noche se ha dejado caer como quien no quiere la cosa. El teléfono no suena, porque nadie quiere llamar a quien no le interesa. Y me pregunto en este mar cibernético en el que vuelco mis palabras, como una botella en el mar, dónde está la verdad de la vida. Uno se cansa de llamar a la puerta, a una puerta cerrada siempre, en un invierno constante, fruto del cambio climático, y te cuestionas el tiempo y los esfuerzos que se vuelcan en abrazos que nunca llegan. Tender la mano cuando no te la tienden termina por cansar, y el cojín sobre el que te apoyas termina por ser una piedra ajena al cansancio y la deseperanza que a veces se cierne sobre nuestras cabezas. Ahora me pondré como todas las noches a terminar trabajos y leer artículos, llega pronto Enero con los exámenes, y ahí hay que dar la nota, nunca mejor dicho, y demostrar la valía del estudio. Mientras compañeras preparan sus oposiciones, ahí andamos, terminando la carrera con sus asignaturas que faltan, esperando que llegue el día en el que día Good morning children....

Otro día hablaré del amor, de ese que no se ve por las calles, ni por las plazas, de ese que se lee en novelas, en poemas, del que cantan canciones, hablaré de ese amor que sale en algunas películas, y os contaré que a veces, aunque sólo sea a veces, el amor existe, aunque sólo sea una fracción de segundo en toda una vida.

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