jueves, 30 de abril de 2009

Algo está cambiando....


Pasé a recoger una documentación cerca de casa, y le ví. Era un hombre alto, delgado, vestido todo él de azul marino, con un sombrero de paja, podía pasar desapercibido para mí, pero me llamó la atención su mascarilla blanca. Ajeno al resto, que le miraba extrañado, qué está pasando. Luego, a las puertas del museo por el que pasé por la puerta me decía, la cordura dura mientras el miedo no aparezca. Estamos sumergidos en una sociedad mecanizada, que sigue pasos y directrices llevadas a cabo de manera social, pactadas dentro de un mecanismo de convivencia. Y si empezara todo a fallar, y la anarquía reinara, las calles, todo sería caótico. No he vivido una guerra, mis poetas de cabecera sí, la vivieron y sufrieron, ellos no perdieron el sentimiento de razón en esos momentos de sin razón histórica. Qué poco se valora el mundo en el que se vive, hasta que se oye el ruido de fondo de algo que se desconoce. Si me pongo a pensar, en las películas que se ven, siempre pasa lo mismo, la gente primero no cree las gravedades de las cosas, luego son reacios a hacer caso de lo que dicen, que suele ser a su vez a veces precaución innecesaria cuando el mal es mayor, y me digo, a hoy de día, en esta hora de la tarde, en qué página de la historia estamos. En casa tengo unas mascarillas de color azul, recias, son las que usamos para trabajar en los laboratorios de Prótesis Dental, aquí está junto a la mesa, espero que no lleguen a salir de la caja y les tenga que decir a mis hijos, a ver, esta mañana antes de ir al cole, las mascarillas, aunque peor sería decir, los sonidos de fondo, no son castillos de las fiestas, sino aviones de combate. Un beso a mis lectores, y os deseo buen fin de semana.

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