sábado, 25 de abril de 2009

La vida, de Eloy Sánchez Rosillo


Era ayer la Avenida de Alfonso X el Sabio, el escenario perfecto para empezar a leer la poesía de Eloy, sentada en la terraza de una heladería italiana, con el bullicio de la gente en un viernes por la tarde, la calle con sus gentes me envolvía en un murmullo primaveral, mientras las páginas volaban entre mis manos. El día del libro lo compré, y ayer lo leí. Te sumerges en la luz que adorna sus versos, en esa quietud que busca, en el beso perdido, en el amor intenso y eterno, que se pierde por los caminos de la vida. Los que amamos la poesía, y la sentimos como parte de nuestro ser, entendemos la mirada poética que hace el autor acerca de la vida. Me reconozco como tantas veces he divagado sobre los momentos que nos hacen volver a ser un torbellino del instante, los paseos de la vida. No voy a hacer un análisis exhaustivo de sus versos, sólo diré que esta tarde volveré de nuevo a acercarme a la Librería, para pedir su obra completa. He de decir, que después de haberle leído, es un honor el que el autor me escuchara sentado en una silla al fondo, mientras hablaba de la prosa de García Montalvo, el pasado jueves. Si vuelvo a verle, o me lo cruzo por las calles de Murcia, en uno de sus caminos de vuelta a cualquier sitio, sacaré el libro de poesía del bolso y le diré, no llevo pintalabios ni colorete, pero llevo sus versos. Un saludo a todos, y muy buenos días

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