miércoles, 15 de abril de 2009

Luces cegadoras frente a colores

En estos días primaverales, pasear por Murcia es un placer, bajo el cielo que nos proporcionan las tardes primaverales, pero de repente decides entrar a un comercio, a una tienda y zas, te quedas medio escandilada con las luces, hay cientos de halógenos que suben la temperatura vertiginosamente mientras te acercas a una percha u otra. Me pregunto, ¿nadie se da cuenta de ese detalle?, creo que no, que la gente asume las cosas como inamovibles, las digiere y pasa por ellas como si no hubiera otro camino. Me acerco a la zona de collares, están clasificados por colores, los mismos modelos en rosa, azul turquesa, verde o naranja, y me digo que qué originalidad. De repente los veo, están en otra zona, son de colores mezclados, como una coctelera mágica, y me acerco a ellos, estos sí me gustan, me recuerdan a mis cuadros, me recuerdan a la vida. Una señora monocromática está a mi lado en la caja, me observa un tanto escandalizada con todos esos colores que se quedan en el mostrador. Ella desde su marrón otoñal, sigue ahí mirando, y le digo, los colores son lo más bonito del mundo, dan energía esos naranjas, en el fondo creo que se hubiera llevado ella otro, y hubiera despojado ese marrón por tonos que combinaba a juego con zapatos, cinturón, bolso y camisola. Bueno, corto por hoy, un saludo a mis lectores, y muchas gracias por los comentarios.

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