domingo, 3 de mayo de 2009

Para gustos, los colores....



No soy futbolera, no sigo el deporte estrella impuesto en estos tiempos, pero lo vivo porque no hay más remedio. Ayer salgo a darme un paseo, se entra a una pizzería con Canal +, en otras circunstancias, seguramente ni me tomaría un refresco allí, pero allí que estábamos. Un zumo, una copa, y me salgo a la mesa de la puerta, flanqueada por las puertas de las cocheras de los bajos del edificio en el que está ubicada la pizzería. Y me veo el repertorio, atentos expectantes hombres en su mayoría y mujeres en minoría, con los ojos desorbitados ante un posible gol. Marca el Barcelona, y un cubano sale gritando de allí, Goooooool, bueno, es extraño, me hace hasta gracia, y pido la prensa, leo ajena a todo lo que rodea. Me digo luego para mis adentros, seguramente cuando un investigador logre un hito en la historia, la gente no saldrá a las calles gritando de alegría, seguramente, porque ni si quiera, tendrán constancia de la vida de dicho científico ni de sus hitos no deportivos, sino de otra índole. No saldrán en el Marca, ni en la prensa nacional con docenas de páginas a doble cara y a color, no, saldrán en una esquina, si acaso cerca de las esquelas, como la conciencia que dormita entre los que nos rodean. Era la otra tarde, en una parada de autobus, recogiendo a mi hija, de la llegada del colegio, y les hablaba a las madres de libros, ninguno del que dije habían leído, ni si quiera sabían del autor, al final, sucumbí a hablar de gusanitos, de bocadillos con pavo ahumado y batidos de colacao. El tiempo, qué calor hace, la chica no me deja la casa limpia, vamos a un hotel en Benidor, la sillita del coche, el cuco, fulana ha tenido otro niño, mientras pienso, en el siguiente libro que voy a leer.Ahora que lo recuerdo, es un detalle que siempre que escucho los partidos de fútbol me traen a la memoria la misma imagen, mi abuelo sentado frente al televisor viendo los partidos del Real Madrid. Era un forofo del fútbol, se sabía de memoria todas las alineaciones habidas y por haber, y sompraba siempre dos periódicos, La Verdad y El Marca. Un ritual que hacía a primera hora de la mañana, comprar la prensa, para tenerla en casa a la hora del desayuno, hiciese el tiempo que hiciese. Le gustaba además de verlo, escuchar al tiempo la radio, pues hacía quinielas deportivas, y tenía en danza todo el fin de semana a todos los equipos de primera y segunda división. Tomaba los goles del contrario como afrentas personales, y los goles del Madrid, como si fuesen hijos que le nacían, con la misma alegría que un padre al salir del paritorio con un hijo en brazos. Ásí que a fin de cuentas, el futbol, pese a no ser una de mis glorias personales, me recuerda que fueron muchas las horas al lado de mi abuelo frente al televisor, un saludo,y buenas tardes.

1 comentario:

Isi dijo...

Yo estoy de tu parte, no me gusta el fútbol, ni ver cualquier otro deporte. Prefiero practicarlo.
De hecho hoy comí con mi familia y fue cuando me enteré de que el madrid perdió. Luego me he enterado de que ha ganado el barcelona (no sabía qué equipos jugaban); son las consecuencias de no tener televisión. Ni quiero tenerla, la verdad.
Yo creo (y perdón por tu abuelo, por el mío y por tantos otros) que estos partidos están hechos para entretener a los borregos. Es que sólo puedo entenderlo si recibieran algo (dinero, por ejemplo) del equipo que ganara, pero encima pagar tú para verlo, de verdad que no me entra en la cabeza.