Ayer tocaba la búsqueda de un zapato cómodo. Se inició por la mañana, en varias tiendas. La primera de ellas, a la que entré, te recibía una música que parecía sacada de cualquier cabina de un after hour, pido un par de zapatos, que me saquen mi número, me viene la dependienta con una caja con sólo un zapato. Me lo pruebo, hago equilibros por la tienda y frente al espejo, hasta que le pido que me saque el que falta, me responde que lo tiene que sacar del escaparate, pues sáquelo, si no, no veo cómo probarme los zapatos. Los saca, y veo que no, que me apritan, desisto de ese lugar, salgo a escape. Entro a otra tienda, ésta se llama la "Caja de Pandora", venden desde zapatos, complementos, ya sean bolsos o anillos o cualquier cosa que uno se quiera colgar por el cuerpo, hasta camisetas y vestidos. Encuentro unas sandalias, y unos pendientes para mi hija, y sigo el camino de buscar unos zapatos en condiciones. Tuvieron que pasar varias horas, para que en la tarde diera con unos zapatos comodísimos de Pedro Miralles, y otros de Geox, los primeros que me calzo. Ya os diré si una va en condiciones, de momento son bonitos y muy cómodos.
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