Cierres de locales y de mentes

Paso por la puerta, el otro día pensaba que habían cerrado antes de lo normal, ayer me lo confirmó la persiana bajada y el polvo de sus rejas, la peluquería Azul que estaba cerca de la plaza de Santo Domingo está cerrada, sin ruidos de secadores. Murcia se está cerrando, y este verano en las tardes del mes de Julio y los dias de Agosto, vaticino una ciudad asolada por el calor y sin gentes por sus calles. De momento las terrazas siguen teniendo sus gentes, pero se nota el bolsillo, mas bien, la ausencia de éste, de su necesidad y de su utilidad. Así que mientras media España se quedaba atónita ante un partido de fútbol, más atónita me quedo yo ante esa festividad y alegría desmesurada, inexplicable ante esos dos goles, y esa copa, no lo entiendo, y cada vez lo entiendo menos. No entiendo esos colores, ni los blau grana, ni los blancos, ni los que sean, y miro con cierta tristeza el cómo se socializa la gente ante un partido de fútbol o de tenis, y de cómo se deshumanizan ante los propios problemas, bien en su entorno inmediato, bien en el cercano. Cosas mías