jueves, 8 de octubre de 2009

" Once minutos", de Paulo Coelho




La semana pasada mientras compraba un poco de leche, agua mineral y cuatro cosas más que meter en la nevera de casa, eché en la cesta de la compra un libro, como el que se compra el pan, o cualquier capricho alimenticio. Por seis euros con noventa y cinco, mucho más barato que una entrada al cine para ver una película mediocre, más barato que una copa de garrafón que te deja el estómago hecho mierda, me llevé un libro. Esta semana hemos conocido a Paulo Coelho, conocido de sobra por tenerle todos los domingos por medio del suplemento dominical, de verlo por la tele y prensa, pero no por haber leído ninguno de sus libros. El caso es que me llevo "Once Minutos", la trama trata sobre una niña, se llama María y es de Brasil, cuando realiza uno de sus viajes para oxigenarse de lo que era el colegio y el trabajo, recibe en medio de las playas de Río de Janeiro una oferta de trabajo en Europa, más concretamente en la tierra de los chocolates y los relojes siempre en su hora, en Suiza. La moza, se va con esa prometedora oferta de trabajo, para terminar trabajando en uno de los locales de alterne con mayor renombre de Geneva, el "Copacabana". Nada menos que allí, fuera de la calidez del ambiente sureño que ofrecía su tierra natal, se ve en una ciudad fría rodeada de muermos que sólo parecen despertar su amabilidad cuando se esconden bajo las cuatro paredes d eun hotel o están en cueros como Dios los trajo al mundo. La novela está bastante bien, la trama se desarrolla con una fluidez que hace que la lectura no se haga pesada, así que a quien quiera, que se lea el libro que entre lineas dice unas cuantas verdades. Un saludo, por cierto, ya he comprado otro libro, en esta ocasión acompañando a unas zapatillas azules para estar por casa, la autora es Mary higgins Clark, no tiene nada que ver, prefiero evidentemente al autor que he mencionado al principio, esta escritora es como verte un remix de CSI Y Bones de golpe. Un saludo.

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