domingo, 11 de octubre de 2009

Luis Aguilé y sus canciones


Luis Aguilé se ha ido, como un águila, volando al otro mundo, al de ultratumba, tras pasar por ese proceso incómodo y doloroso que se supone es un cáncer, con todas sus pruebas y desidias antes de irse a otra vida. Luis Aguilé entró en mi vida como algo irrisorio y extraño, cuando pasaba por casa de mis primos, a eso de las siete de la tarde, veía la confluencia de amigos que se reunían y preparaban planes para la noche que entraba. A dónde pensaban salir, con cuántas tías pensaban ligar, qué ropa ponerse y cosas de esas. Entre los amigos, se encontraba Paco, aquel que no tenía novia por tiempo eterno, pero que pasados los años conoció a la mujer con la que llegó a preparar casa y todo, montar muebles y ajuar como se dice por aquí por la huerta, con la que cortó varias veces por sus cambios de humor, y con la que al final ni boda nio leches. La cosa es que cuando estaba Paco por la casa, le oía cantar la Chatunga, una y otra vez, y me decía, - Nati, qué, no te vienes esta noche por las tascas de marcha, y yo le decía, sí, claro, espera sentado hijo, que yo me voy pero a mi casa que mis críos cenan en breve. Luis Aguilé quedó ligado con sus canciones de esta índole al Paco, como lo llamamos por casa. Una canción que ha hecho estrella y se ha escuchado bastante, ha sido la de Es una lata el trabajar, canción por cierto que podría escucharse como politono en el Inem, y en el Congreso de los Diputados, por el incremento de paro, desidia y desgana que veo en lo que a veces parece convertirse España, el panorama se ve bastante oscuro, y no precisamente porque no haya salido el sol, que hoy hace un calor en Murcia, que ni os cuento, en fin, ahí va un tema de Luis Aguilé.

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