sábado, 10 de octubre de 2009

Special, una película para el día Mundial de las Enfermedades Mentales



Viernes noche, qué hacemos, quieres ir al cine?, ¿te apetece?. Viajo mentalmente por el trayecto que se ha de hacer en Murcia para ir al cine, coger el coche, meterse en el atasco de la noche, llegar hasta los centros comerciales llenos de cohes que entran y salen, subir los ascensores, llegar a la zona de cutre bares de comida recongelada, y llegar tras media hora larga o más a la taquilla, con el olor empalagoso de fondo de las palomitas, y la luz cegadora de los halógenos, y digo: - No, hoy no gracias, hoy tiramos al videoclub. Está muy cerca de casa, acinco minutos andando, asíq ue allña que vamos. Me encuentro con una oferta en la puerta, tres estrenos de novedad por seis euros, de viernes a domingos, pues venga. No hay mucha gente, parejas pocas, lo más hombres de mediana y entrada edad, llevándose a casa un rato de ocio fuera de lo que le puedan poner por la tele. Y cojo esta película, que tras leer la sinopsis me resulta de lo más interesante. Para quien no haya leído la prensa en el día de hoy, o bien no haya visto los telediarios, yo me he enterado por casualidad, hoy es el día mundial de las enfermedades mentales, aunque añadiría que también es un día a celebrar por las compañías farmaceúticas que venden una millonada en medicamentos destinados a tratar los problemas que de mente se refieren. La película viene como anillo al dedo, un hombre con una vida de lo más corriente, entra a formar parte de la prueba experimental de un medicamento antidepresivo, el tema es que a raíz de su uso, empieza a tener un comportamiento extraño, aunque para él, de extraño no tiene nada, es más bien un don, que le hace convertirse en superhéroe. Se pueden hacer muchas lecturas de esta excelente película, que te hará reir en ocasiones, y en otras cuestionarte lo que hace un medicamento realmente. A quién beneficia, al paciente, al que lo receta o al que lo vende y comercializa. Al ser hoy día Mundial de las enfermedades mentales, no quiero dejar de lado a todas las familias que pasan por este percance en una etapa tanto intermitente como permanente en sus vidas. Vivir con enfermos con patologías de este tipo mina a los familiares, es con el tiempo, con la aceptación de lo que realmente pasa en los hogares y tomando conciencia de lo que realmente necesita el familiar, paciente, enfermo, persona o como quiera que se le llama, y mirando de frente lo que ocurre, cuando verdaderamente se puede ayudar. Un saludo, y feliz fin de semana a todos, a los que están y no lo están, a los que lo estuvieron y ya no lo están, y a los que nunca lo han estado, tal vez algún día lo estén.

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