miércoles, 21 de octubre de 2009

El relámpago inmóvil, de Pedro García Montalvo

He llegado al encuentro de Pedro García Montalvo de nuevo, en medio del otoño, recogiendo como hojas que caen de un árbol, las páginas de ésta, su nueva novela. He esperado paciente, tras "Retrato de dos hermanas", novela crucial en mi vida, que llegara con los primeros fríos del otoño, esta historia. Ya me contaste, en aquella plaza del Cardenal Belluga, mientras te entregaba unas notas que me pediste, un avance de qué sería tu próxima novela, sólo me contaste dos pinceladas, es dura y es de la vida. Ayer debía de pasear, como me recomienda el médico, ande usted por las tardes, le vendrá bien, y eso hice, nada más me apetecía en la tarde de ayer que ir a una librería, así que hasta el Corte Inglés me dije, aunque aquí en Murcia, son pocas las librerías en las que uno pueda detenerse, se pueden contar con los dedos de una mano. La cuestión es que me dije, pues algo de Coelho, la última. Iba yo a pagar, cuando mis ojos bajan al suelo, y veo el libro con el nombre de Pedro, y pego un pequeño grito, por favor, éste no lo quiero ya, quiero éste, el de García Montalvo. Si hay algo que he de agradecer por mi paso por la Universidad de Murcia, ha sido el honor de compartir mañanas y clases magistrales con profesores como éste. Todos han tenido su encanto, pero especialmente mis profesores de Lengua y Literatura, han sido la mayor satisfacción en el tiempo, tras retomar los estudios universitarios.He llegado a matricularme de asignaturas como libre configuración, que ni si quiera estaban dentro del plan de Magisterio de Inglés, asignaturas que ya tenía los créditos cubiertos y hechos. Pero yo, allá que asistía a esas clases. Han sido con Pepe Belmonte, con Amando López Valero, con Pedro Guerrero y con Pedro García Montalvo. Maestros de la palabra, de la escena, con una carga literaria y cultural a sus espaldas impresionante. Y allí, yo era feliz, escuchando, aprendiendo, tomando nota de nuevos libros que leer. La matrículas de Honor no se hicieron esperar, y llegaron, por eso, porque no había nada que me hiciera más feliz que leer y escribir. Volviendo al tema de hoy, esta novela de la que llevo ya leído medio libro, y confío terminar esta noche, promete ser otra gloria particular, pese al fondo triste de la historia, en cuanto la termine, os digo qué tal ha ido la lectura. Un saludo y mis más sinceras felicitaciones al escritor murciano.

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