domingo, 12 de diciembre de 2010

Manifiesta y el Edificio de Correos

Manifiesta y el Edificio de correos, entras y sales con la sensación de entrar a una obra apunto de derribar. Te invade la olor a humedad y a pis de gato. Y una tristeza por lo allí expuesto. No soy catedrática, no he estudiado bellas artes, ni historia del arte, no tengo ni puñetera idea de nada, pero no me tomen el pelo. Lo absurdo de esa instalación es creer que podemos tragar con nuestras bocas toda la mierda que en nombre del arte nos quieran meter por la boca. Que se trage uno la que cague y pague de su honorable bolsillo, pero esta, esta mierda en concreto, no me la hagan tragar a mí, que yo no entiendo de arte, ni soy moderna, ni quiero serlo.

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