LLevo unos días buscando un libro de bolsillo de este autor, me pasé por los soportales, por la librería de Ramón, y los que tenían eran en edición normal, pero ayer tras unas compras en el Hipercor,mientras bajaban la compra al coche, yo que espero en la sección de libros. Perdone, le digo a la muchacha, ¿tiene obra en formato bolsillo de Luis Leante?. ¿Cómo, quién?, me replica la dependienta, le repito el nombre, y me dice, pero me ha dedecir un título, allá que se lo digo, y me vuelve a preguntar ¿Luis qué?. Le repito el nombre, le comento que es un autor de la Región, concretamente de Caravaca de la Cruz, pero la dependienta parece no enterarse de nada. En el mostrador hay recuerdos de Caravaca, con esto del año jubilar,y observo a la dependienta que busca, mientras veo el libro, y le digo a la chica que ya lo tengo. Le recomiendo la lectura, como siempre suelo hacer, pero ella parece estar ausente, y sólo creo que está centrada en cobrar y a otra cosa. A mi lado tres muchachos, han comprado un libro de fútbol, acerca de la Selección española, La roja. Y me veo allí, con otro rojo muy distinto, muy lejano. En estos días en los que el fútbol parece tomar la conciencia de las personas, focalizando la prioridad en un gol pasajero y momentáneo, mi selección es literaria. No entiende de goles, sino de frases, y me adentraré en los escenarios que de manera virtuosa recrea Luis Leante en su obra, para cruzar continentes con tan sólo abrir las paáginas de su libro. Animo a todo aquel, que en estos calores incipientes del verano quiera refrescarse, se adentre en la lectura de este autor, que debería de catalogarse con la misma intensidad que las Yemas de Caravaca o el Año Jubilar.
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