sábado, 22 de agosto de 2009

" Pastel de Calabacín "


Me traen de la huerta bastantes cosas, una cesta de mimbre, que día sí, y al otro también, aparece en la mesa de la cocina, sin pedir nada, ahí se queda, y luego llego yo tranquilamente, y les doy la vida que perdieron al ser arrancados de su huerta. En este tiempo, abundan en la cosecha los calabacines y berenjenas, así como los higos de pala y los verdales. La culpa la tiene una hermosa higuera, frondosa y azucarada como el fruto que nos regala verano tras verano. Los sábados recibe la visita de quien con mimo la cuida, y es mi cocina la que se llena de sus manjares salidos de la tierra y del esfuerzo de quien es mañoso y cuidadoso con lo que nos depara la madre tierra. En casa abundan los libros de cocina, los hay a pares, cocina Mediterránea, Asiática, Francesa, cocina para principiantes, para los que son amantes de los postres, para todo personal hay. Es por ello, que el otro día, revisando los libros veo una receta de Cruz García, del restaurante " Virgen del Mar". Con un kilo y medio de calabacines, se le retira la piel, y se cortan en rodajas finas, se ponen en un escurridor y se sazonan con sal, yo le añado pimienta. Así unas dos horas, pero en una hora, el calabacín ha soltado bastante agua y se puede empezar a trabajar. Con unas tres zanahorias, que sean grandes, se pelan, y se cortan en rodajas, y se ponen a hervir en un cazo con agua y si se quiere un pelín de sal, aunque no es necesario. Cuando las rodajas de zanahoria están tiernas, se escurren. Se busca un molde, recomiendo que se usen estos que se utilizan para los bizcochos, con una presilla desmoldable, más que el típico molde rectangular. Y ponemos, una capa de rodaja de calabacín, con rodajitas de zanahoria por encima, un poco de queso que se funde, de cualquiera que vendan en las tiendas, bien en polvo o bien para gratinar, o lo rallas en casa. Y un pelín de nuez moscada. Así capa a capa vamos repitiendo, hasta que se nos acaba el calabacín. Batimos en un bol, a ser posible con batidora, cuatro huevos y dos paquetitos de 200 ml de nata, un poco de pimienta, y se vuelca sobre el molde con el calabacín. Se mete al baño maría alrededor de una hora, a unos 200 grados, y ya está. Luego se gratina con un poco de queso y piñones por encima, hasta que cojan color, y está RIQUÍSIMOY MUY SUAVE. Cruz García, ponía en su receta que se gratinara con mayonesa y ajo, conlos piñones por encima, pero el otro día, no ándaba muy convencida y directamente los gratiné con el queso y los piñones. Un saludo, y espero que os guste esta decliciosa y fácil receta.

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