sábado, 30 de octubre de 2010

El día que salga hecha una rosa ....

Me ha vuelto a pasar, salgo de casa con las mil prisas de siempre, atenta a que toda la colección que me acompaña lleve todo lo necesario para el camino y no verme luego como loca buscando por todos lados algo que me he dejado en casa. Y es cuando salgo del coche, en el aparcamiento del Corte Inglés cuando me doy cuenta de las manchas que llevo en el blusón de pana negro con el que he salido, y me percato si cabe de que llevo unos calcetines negros que no disimulan un número de calzado bordado en blanco,que vistosamente salen diciendo miradme, aquí estamos, en unos zapatos que son de verano. No imp0orta, qué más dá a estas alturas, tira para adelante, y a lo que has venido. Hoy caducaban los corticoles, esos vales que te dan por haber comprado material escolar, que más que vale, que hubiesen rebajado los uniformes del colegio y eso que nos ahorramos, pues ala, a canjearlos por unos vaqueros para la cría. Había de padres con críos un disparate, yo no iba a ser menos. Al final pues eso, a lo siguiente, el regalo del santo de mi sobrina Marta, luego a por el regalo del cumpleaños de Elena, y ya luego, luego de luego, unas botas y unas medias para la moza que escribe. Me miraba una dependienta, qué valiente es usted con tanto hijo,k pues sí, qué quiere que le diga. No voy maquillada, luego a luego ni peinada, pero sí, aquí estoy. Y es ahora, que no se duerme Lucía, que da vueltas por la cuna riendo sin parar, pero muerta de sueño, en donde si puedo, haré hueco para seguir leyendo el libro que tengo ahora en danza, de Paulo Coelho, y hojear la prensa y yo qué sé. Un día de estos, saldré imagino que hecha una rosa, hecha un clavel.

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