Se oye por megafonía que ha fallecido un señor del pueblo, tal y tal, marido de fulana de tal, que vivía en la calle pun, número tal, que mañana es el entierro y que va con misa incluida ya en el tanatorio. Una megafonía muy de pueblo, estaremos así pues una hora creo que se pasea la furgoneta por todo el pueblo anunciando los difuntos. Lo mismo estás tomándote un café y oyes la llamada, ya está otra vez, les recordamos a todos que ha fallecido el señor don juan alvarado torres, marido de la señora paca, que vivía en la calle jara carrillo, número 38. Pues eso, lo escucho por la ventana de la cocina, por la del salón, y sigue, no sé si es que la furgoneta sólo lo anuncia por estas calles. Pero ya van tres o nueve vueltas con lo del muerto, con perdón. Si alguien lo conocía, pues eso. Lo mismo mañana te oyes al tapicero, pasado al de los ajos y las patatas, y al otro el claxon de la furgoneta del pan, estos son los sonidos, aparte del cantar de los pájaros, que te puedes encontrar en una tarde como hoy u otra cualquiera. Por cierto, la furgoneta parece que se ha ido a otra zona dle pueblo, que conste, que aquí nos hemos enterado.
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