jueves, 20 de mayo de 2010

Comulgando con la vida....


Estos días es raro el que no tiene una comunión, un bautizo, y hasta una boda. Las comuniones han pasado de ser un chocolate con churros a todo un entramado en el que los padres y familiares nos vemos embutidos de manera vertiginosa. Yo ya pasé las mías, las de los dos mayores, y tela. El domingo pasado tuve una, no pude ir por tener a Lucía con varicela, y este domingo tenemos la de Pedro Antonio. Me dicen que hasta le han comprado una espada para la tarta, que las cestas con los regalos para las mujeres, los puros para los hombres, los regalos para los críos, los... y me mareo, me pierdo en este maremagnum en el que todo parece reducirse a una mini boda o una mini puesta de largo. Esta foto me encanta, es de un anuncio de relojes, impensables, pero monísimos. Lo he puesto porque en estos días de comuniones, también están las historias paralelas, los reencuentros con familiares a los que no ves casi nunca.

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