miércoles, 3 de septiembre de 2008

Reorganizando horarios


La vuelta al cole supone algo más que el ejercicio de las compras previas para su inicio. Se cambian los horarios en base a las actividades propias del verano, y es ahora cuando más cuesta reconducirlas, para la puesta en marcha de la actividad escolar. Se ha de hacer un entrenamiento que no agote demasiado a los niños, es decir, poco a poco ajustar los horarios de las cenas y salidas fuera del hogar a una hora de irse a la cama mucho más temprana. El sueño, elemento imprescindible en el desarrollo de los niños, necesita de sus horas esenciales, entre ocho horas y media a nueve, son las necesarias para el descanso y puesta en marcha para el siguiente día. El descanso repercute en la atención en la escuela, actividades diarias y desarrollo tanto psicológico como físico. Para aquellos niños a los que el irse a la cama les supone un inconveniente, y alegan que no están cansados o no tienen sueño, la lectura tanto en solitario, como compartida con un adulto son buenas aliadas para que el niño se distraiga un poco, se sienta agusto en su cuarto, y termine por coger sueño. Logramos dos pasos previos, que coja el hábito lector, y que asuma su responsabilidad y espacio en las horas previas al sueño. Una ducha antes de cenar, con su pijama puesto, les hace relajarse, al tiempo que hay que preveer que las cenas han de ser ligeras. Sin olvidar nunca, el completo cepillado de la boca. Hábitos saludables, que los niños empezarán haciendo guiados por nuestras indicaciones, para darles paso a ser ellos los que empiezan a hacerlas de manera intrínseca.
Nati Mus

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