viernes, 29 de enero de 2010

Vicente Amigo y su Callejón de la Luna.



Al final escribo, unas pequeñas palabras para recomendaros un tema en esta noche de Enero, en la que me apetece escuchar a Vicente Amigo. Es este tema una taranta, que se llama "Callejón de la luna", y si cierro los ojos, me puedo trasladar a las sillas del Mercado Público de La Unión en su mes de agosto. Cierro los ojos, y puedo volver a la oscuridad del patio de butacas, al frío instalado en la noche veraniega, a las toses en mitad del concierto, a mi cuerpo sentado con el torso hacia delante y las manos entre las piernas. Puedo si quiero, hasta oler la cocina del puesto que ponen cada año a los pies del Mercado, oler las salchichas que se filtran por la puerta cuando se abre. Puedo hasta sentir, en esta noche de Enero, todo el verano concentrado en las manos de este guitarrista. Cómo toca, cuánto duende concentrado en una magia profunda y libre. Sus dedos saltan por las cuerdas de la guitarra, la zarandean, la muerden, sus dedos hacen soñar a quien quiera que le haya escuchado antes. Es como si tejiese en sus conciertos una tela invisible de araña, que nos atrapa de por vida, y nos traslada de nuevo, a sus conciertos, donde quiera que los hayamos escuchado. Un saludo, y muy buenas noches a todos mis lectores, amantes de la música, amantes en resumidas cuentas de la esencia de la vida.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me encanta la musica sea del género que sea.
Un saludo
JUAN