viernes, 18 de septiembre de 2009

De boda iba la novia, de boda iba el novio, de boda van los invitados, que con alegría os miran emocionados

La semana pasada estuvimos de boda, por estas fechas la gente suele casarse, y por otras también, pero el sábado tocaba asistir a uno de estos eventos. Echaba de menos mi libreta de tomar notas, no hay nada como sentarse en una esquina de las terrazas en las que se sirven los cócteles, alejado del maremoto de tacones, olores fuertes a perfume, y puros en mano, así como el tránsito de camareros con bandejas de surtidos variados. Casarse es un espectáculo, todo un acontecimiento, que con los años voy considerando en algunos casos absurdo según la naturaleza de los contrayentes, en tros casos, una necesidad imperiosa y por qué no, vital. Todo hay que decirlo, los novios muy majos, guapos y emocionados, visto desde fuera, parecía que se quisieran. Ves a familiares, te preguntan, tú qué tal, tú para cuándo, yo para no se qué siglo les respondo lo más diplomática posible. Escuchas las dolencias por doquier, a fulana la ingresaron y le dieron el alta hace unos días, que el salón está libre porque otra pareja que iba a celebrarlo se pelearon antes de la boda.... En esos momentos me traslado, engancho una croqueta cremosa, y me giro, los pinchos de tortilla al sur van en bandeja, las copas con líquido supuestamente refresco, al este, y seguimos de plantonada. Una hora de pie, los zapatos me piden a gritos que me los descalce, ando de estreno toda entera, el vestido, los zapatos, el reloj, por el módico precio de unos 230 euros, no es nada para estos tiempos que escasea todo. Pero cosas del protocolo, y eso que no ´me fuí a que me maquillaran los de Mac del Corte Inglés, por cierto todo un acierto. Hay un chico que se llama Eduardo, que tiene unas manos para maquillar de morirse, te deja mejor que la Preysler con el Photoshop, os lo digo yo. Lo ideal es quedar y que se pase por tu casa pra maquillarte, eso sí, prepara el bolsillo, que estos caprichos son eso, caprichos, pero merecen la pena, te dejan niquelada y hecha una estrella. En fin, os dejo lectores, hasta mañana supongo, en un hueco que tenga. El cielo a estas horas de la tarde está nuboso con pinta de romper a llover en cualquier momento.

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