viernes, 30 de mayo de 2008

La Lengua en la Escuela


Reformaría instalaciones y personal. Hay un excelente libro, escrito por Amando López Valero y Eduardo Encabo Fernandez, titulado:
"Heurística de la comunicación. El aula feliz", que recomiendo su lectura, sobre todo a profesorado, padres y todo aquel interesado en formarse en temas educativos. Nos desvela, cómo la formación educativa de un aula, pasa tener un referente primigenio en las personas que van a convivir dentro de ella. Se aborda el tema de la importancia de saber ser, para saber hacer, de ser consecuente con el trabajo que uno hace, y la responsabilidad que conlleva la formación de personas. Un aula, que parte de lo vacío, y que son los alumnos, por medio de la palabra y el enfoque comunicativo, los que van construyendo el contenido del aula. Necesidades que se asientan sobre un conociemiento no para usar y tirar, de modo mecanizado, sino basado en unas ganas por aprender, que salen del propio alumno, por su interés innato, y por la mano mediadora del educador, que hace que el interés no decaiga. Creo firmemente, en la necesidad de profesionales, que cuando entren al aula, proyecten un nuevo horizonte diario, el aprendizaje que surge de ahí es como un manantial que no cesa, siempre necesitan más. Primero, la persona, luego las instalaciones. Y es cierto, tenemos centros que necesitan un buen repaso, porque en él está nuestro futuro, los niños y jóvenes de hoy y del mañana.

No hay comentarios: