martes, 25 de enero de 2011

Con olor a mandarina....

Me huelen las manos a mandarina, y los labios a cacao, o no, es vaselina Gal. El frío hace que se despelleje la piel de los labios, y hay que rehidratarla. En el espejo se me ve cansada, con mi circunferencia creciente, mi ombligo saliente. Duermen todos, hasta Jose con el mando en las manos, tapado con una manta, porque la tos no se le va, y le repito una y otra vez, que te tomes algo, que como te vean con esta tos, no te dehan entrar al quirófano. Juguetes, la casa está tomada por un regimiento de juguetes que usa Lucía a lo largo del día. Lo que más le gusta son los libros, las revistas, las lleva de un lado para otro, y los libros, me los acerca con sus pqueñas manos para que se los abra y le cuente cosas de ellos. Siempre lleva un libro en la mano, los deja por la cocina, por el baño, por la cuna, se parece a mí, siempre rodeada de libros. Hay una calle, que veo desde mi cocina, y cada semana, hay una accidente, chocan dos codhes, uno que baja de una calle a la izquierda,y otro que va en dirección recta. Lo peor es el sonido, el golpetazo, que te pilla lo mismo desayunando, que poniendo una lavadora, que haciendo un sofrito, lo mismo te pilla de día que de noche. El sobresalto, siempre hago lo mismo, llamo al 112 y doy parte del accidente, sí, es la misma calle, a la misma altura, siempre lo mismo. Sin ir mas lejos, el domingo creo, o no, fué el sábado, uno de los coches acabó estampado literalmente en la acera, menos mal que no pasaba nadie por allí, si no, la cosa habría pintado peor. Bueno, señores lectores, que por cierto, están aumentando cada día, en número, a ver qué pasa mañana. Un saludo y buenas noches.

No hay comentarios: